Política

En estos primorosos terruños cordobeses las cuestiones políticas tienen su cuestión. Gobiernan unos tipos que tratan a la gente como sirvientes, tal como era en el feudalismo. Les importa únicamente que paguemos los impuestos... A cambio nos dan algo de entretenimiento barato, unas pocas obritas públicas y mucho de asistencialismo amigista...

Al mismo tiempo, estos tipos conviven, y se revuelcan, con aquellos agraciados poseedores de las tierras que, no son otros que aquellos que les pagan las campañas en las elecciones...

La gente común, desinformada por aquellos, tiende a dejar pasar todo, como resignados. No les importa, por ignorancia, hacer el papel de idiotas, en muchos casos, defendiendo a quienes debería combatir...

Unos pocos peleadores nos hallamos tan solos a veces, que acabamos dándole más bola a un partido de fútbol que a un discurso presidencial...

Nos hallamos solos...

Este lugar es un lugar difícil... Todo trabajo político... da más trabajo...

“Las mediocracias negaron siempre las virtudes, las bellezas, las grandezas. Dieron el veneno a Sócrates, el leño a Cristo, el puñal a César, el destierro a Dante, la cárcel a Galileo, el fuego a Bruno; y mientras agravian a los hombres ejemplares, aplastándolos con su saña o armando contra ellos algún brazo enloquecido, ofrecen su servidumbre a gobernantes imbéciles o ponen su hombro para sostener las más torpes tiranías. A un Precio: que éstas garanticen a los de su clase la tranquilidad necesaria para usufructuar sus privilegios”.

En: “El hombre mediocre” de José Ingenieros

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Se piensa únicamente, parece, en vuelos cortos, en cuestiones pasajeras, en haikus... pocos quieren hacerse cargo del futuro más lejano, de la elaborada urbe, de los versos de Homero...
Los héroes modernos ya no llevan ropa de acero, ni vuelan, no producen explosiones ni nada épico... ahora son millonarios aburridos, vendedores de seguros o periodistas de diarios acabados..